Es lunes. Amanecerá en breve, lo sé; aún es de noche pero mi reloj biológico se ha activado, y mis ganas de ti también. No falla. A tientas busco mi juguete sexual favorito, ese que tienes entre tus piernas y funciona sin pilas, totalmente ecológico. Ahora está preso en mi mano derecha, también medio despierto, como yo.
Muy delicadamente y como a cámara lenta lo recorro, de extremo a extremo, de norte a sur, abajo y arriba, sintiendo en las yemas de mis dedos cómo todas y cada una de sus pequeñas venas se van llenando de sangre. Se despereza del todo… sí, ya está despierto… también yo.
Mi cabeza está a su altura, yo a horcajadas sobre ti. Es una visión absolutamente provocativa. -“Mi amor”- te digo, -“quiero comerme esta deliciosa y turgente piruleta rosada”-, y sin escuchar siquiera lo que tú puedas alegar –sé que quieres que te coma- me voy derecha a ella.
Ya estás dentro de mi boca, arriba y abajo de nuevo, de un lado a otro, mi lengua investigando milímetro a milímetro ese mapa lunar lleno de surcos, protuberancias, sintiendo cómo aún la sangre te hincha un poco más. -“Verte crecer en mi boca es un espectáculo de magia”- te diría, pero mi boca está llena de ti y no puedo articular palabra.
Me ahogo, llegas hasta mi campanilla, medio toso pero no te dejo escapar. Tu preciosa seta brillante y rojiza está completamente al descubierto, y yo paseo lentamente mi lengua por su corona una vez, dos veces, tres veces… Me detengo en tu frenillo, bajo por él hasta la base y de nuevo subo. Te succiono, te muerdo con mis labios, presiono; mi lengua curiosa quiere colarse por el agujerito de tu glande.
Tus ojos brillan, tu pecho sube y baja con respiración agitada; entra ya luz por la ventana, sabemos que la hora de levantarse está próxima y la alarma del móvil comenzará a sonar rompiendo la magia de este momento, tenemos que acelerar.
-“Cielo, sigue en mi boca”- me dices mientras comienzas a masturbarte tú, más deprisa, más experto, y mi boca ya es solo un hueco caliente y húmedo que te recibe y te siente temblar, tenso. En pocos segundos alcanzas tu clímax -“Quiero correrme ahora”- jadeas -“¿dónde quieres que lo haga”- me preguntas con urgencia.
-“Quiero que te corras en mi boca”- respondo dejando libre por un segundo tu polla a punto de estallar para volver rápidamente a encajarme en ella, esperando, deseando que me ofrezcas tu blanca savia, lechosa, deliciosa. Sonríes, sabes que me gusta, y yo sé que te gusta; los dos sentimos una mezcla de dominación y sumisión, los dos nos sentimos al mismo tiempo ama y esclavo, amo y esclava.
Y entonces explotas -“aquí viene, tesoro, es todo tuyo”- y en sucesivas oleadas vas llenando mi boca. Siempre me sorprende tu sabor, nunca igual, pero siempre con ese fondo salado inconfundible.
No te bebo por completo; con mi boca llena de ti, resbalando por barbilla y pecho, asciendo hasta tu cara y nos besamos ansiosamente, tu boca abierta recibe ahora tu propia leche, sabes a qué sabes.
Tu lengua busca en las profundidades de mi boca todos los matices de tu propia esencia. Y sigue buscando por mi barbilla, mi pecho, allá donde quede una minúscula gota de tu semen; me chupas, me lames, me succionas. -”Qué bien sabes”- me dices, -“eres mi desayuno perfecto”-.
Uhmmm delicioso de leer.
¡Muchas gracias. Me alegra muchísimo que te guste! ¿Seguimos escribiendo entonces?
Joder, Alicia: tu relato erótico ha hecho efecto en mí también. Morí.
¡Resucita pronto, Mikel, tienes que seguir leyendo nuevos relatos! Mil gracias por estar ahí. Besos
Y en que piso vive esta vecinita?
Buen relato, gracias por animarte a compartirlo
En el tercero queridos amigos de Relatos en Pareja, pero es muy activa, puede estar por cualquier piso porque tiene mucha curiosidad. 🙂
El vecino del 4 me animó. Soy nueva en la casa. Gracias a ti por leerme!
Me encanta este relato. Es maravilloso y me identifico mucho con el. Lo he vivido muchas veces tal y como lo narra Pandora y es tan excitante y tal como lo narra me pone a mil
Muchas gracias Pandora por estos relatos tan buenos
Me encanta este relato . Me identifico mucho con el . Lo he vivido muchas veces y la sensación es maravillosa tal y como lo relata Pandora
Gracias por tu magnífico relato y gracias por excitarme como lo has hecho
Gracias a ti por leerlo y comentar. Un saludo Alfonso!