Barcelona. Primavera cálida. Me dirijo a la Barceloneta para disfrutar de un paseo bajo un sol agradable. Disfruto de las vista, el mar con un leve oleaje por el viento sud-este, brisa cálida. Azul intenso con espuma blanca. La arena dorada viste la orilla. Me impregno del olor a mar, de la gente jugando en la arena, deportistas corriendo por el paseo. Mujeres, chicas y jovencitas empezando a reducir el tamaño de la tela que las adorna. Empieza la vida a seducirme pero me siento vacio, me falta algo.
Camino hacia una terraza donde cobijarme y apaciguar mi sed. Una cerveza bien fria mirando al mar con la mirada perdida en el horizonte. Me entra más sed, la sed animal al ver la terraza llena de jovenes turistas, blanquitas de piel, morenas, rubias, sexys y despreocupadas en su periodo vacacional. Pero no las deseo.
Ojeo el periódico por matar el tiempo. Mi tiempo se fué hace tiempo por el horizonte, se perdió. De repente alzo la vista y me encuentro con una mirada clavada, casi insultante, agresiva y descarada. Una joven de pelo aleonado castaño, unos ojos azul intenso como el mar que nunca imaginé. Cómo me gustaria nadar en ellos. Le aguanto la mirada. Se muerde el labio inferior. La desnudo con mi mirada, porque esa falda de flores corta por los muslos me hace llegar el olor de la adolescencia, su camisa negra insinuando unos pechos redondos y firmes, agresivamente jovenes, turgentes y que desafian a la ley de la gravedad me hacen desearla. Si, la deseo de repente, porque deseo esa boca carnosa, roja rodeada de piel blanca, como la de todo su cuerpo, desde los tobillos sexuales a su cara de muñeca asustada.
Con un gesto le invito a acompañarme. Se acerca con andar sensual moviendo sus redondas caderas. Se mueve pausadamente como si el tiempo no fuera con ella. Le gusta como le miro, se deja. Su falda se eleva un poco con la brisa, sus muslos me violan la vista. Preciosa vista como nunca había vivido. Apoya una rodilla y me entra calor en mis entrañas. Se inclina y me deja ver el principio del cielo en su escote, sus ojos de mar me inundan queriéndome ahogar en sus gritos de socorro. Me pide socorro sin saberlo.
Que quieres? – me dice la joven
Saber de ti – contesto con interés. se sienta a mi lado, cruza las piernas.
Aquí me tienes – me mira con la intensidad de sus ojazos
Por que me miras? – le interrogo
Tus canas, tu labio inferior, tus gestos – desafiante pero ya con mirada asustada y pícara me contesta. Sonrio.
Eres de aquí? – continuo absorbiendo su belleza juvenil.
No, he venido huyendo. Vacaciones. Descansar – Miro su escote y me pilla. Sonrie con la sonrisa más bonita y sensual que he visto. Se deja.
Huyes. A que te dedicas? – sigo lamiendo por saber de ella.
Estudio pero me encanta la fotografia – mientras se alisa la falda.
Me gustará ver tu trabajo, cómo te expresas.. – me la juego
Me expreso de muchas formas pero aqui tengo un pendrive con fotos y dibujos, sólo que no tengo donde visualizarlo – me lo dice con cara de niña buena, asustada.
En casa tengo donde poder verlo, si quieres.. – triple mortal con bucle.
vamos – se levanta. Se bebe lo que queda de mi cerveza de la forma mas sexual que he visto, ladeando el pelo y comenzando a andar.
Salgo detrás de ella mirando como mueve su dulce culo. Me lo imagino caluroso y humedo acariciandose al compás del caminar cada nalga. El trayecto hasta mi casa lo hacemos hablando de sus fotografias, de sus dibujos mientras yo embobado la observo. Intento rozarla y en algunos momentos me tomo la libertad de apartarle el pelo de los labios para así rozarlos llegando a coincidir en un momento su lengua y mis dedos. Se paró el tiempo en ese instante mientras nos miramos a los ojos. Continuamos sin decir nada y rompiendo el momento con una gracia.
Quieres que continúe? Qué te gustaría que ocurriera?
Soy tu nuevo vecino, me alojo en el 4º . Desde aquí observo, saboreo, miro, me dejo llevar e intento sensualizarte. Este espacio de relatos eróticos tiene a veces un olor duro y bruto, otras con perfume, sabe a sensualidad y fantasías, pinceladas de vivencias y fantasías de este tu vecino.